Rabia

Y otra vez me sentí  atrapada, desesperadamente  pidiendo  ayuda a Dios por no saber que hacer.

Descubrí que  éste  sentimiento  de desorientación  e impotencia  me causaba  ansiedad.

Es como  estar  encerrada  sin encontrar  salida.

Comienza a faltar  el aire y me invade  la angustia.

Tengo  ganas  de llorar  pero  no me sale el llanto, una  sensación  de ahogo sube desde  mi vientre al estómago y se aloja  en el centro  del  pecho haciendo  estragos  en todo mi ser, entonces  experimento un fuerte  dolor en todo el cuerpo, dolor que proviene  del alma.

Tomo conciencia  mediante  un diálogo  interno de que estoy  siendo  cautiva de una prisión  emocional  y que  alguna  salida debe de haber, aunque  de momento  no la encuentre.

Respiro  profundo y noto  al calmarme que  el aire llega  a mis pulmones y oxigenada  mi cerebro, y al intentarme explicar el motivo que me ha llevado a este estado, empiezan a aparecer imagenes  y recuerdos  de personas  y situaciones  donde  he sido víctima  de engaños, manipulación, violencia y abusos  generando rabia, rabia que para no salir de mi cuerpo como ira, se convirtió  en tristeza apoderandose de mi e impidiendo que viera la luz.