No puedo sacar de mi mente la imagen de aquella mujer del movimiento carismático, después de haberme sugerido ir a buscar comida preparada al recinto donde la daban, acepté la ayuda por el hecho de haber pasado mucha hambre y necesidad dias anteriores.
En ese momento mi alimentación estaba medianamente cubierta, ya que iba a un comedor social, y
digo medianamente, porque la porción aunque era muy buena solamente se daba una
vez al día y por ese motivo accedí a ir
por más, pero como dijo Jesús “No solo de pan vive el hombre", también tenía
otras necesidades. Así que pedí productos
de limpieza que era lo que más me
urgía en ese momento, ya que no tenia ni un duro para comprarlos y
necesitaba limpiar el sitio de 12 m² donde vivíamos mis animales
y yo.
Habían cajas llenas de jabón para lavar la ropa, fregasuelo y otras cosas
más.
Ella abrió una de las
cajas, sacando un frasco de detergente con agradable apariencia, volviendolo a
guardar en la misma caja y diciendo al mismo tiempo:
_ Tengo algo mejor para ti..
Me quede perpleja cuando al sacar de otra de las caja un bote
de fregaplatos y muy sonriente, como si se tratara de un anuncio de televisión
del mismo producto, dijo:
_Esto
te servirá para todo, lavar la ropa,
fregar los suelos, hasta te podras duchar
y ponertelo de champú.
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